IDEAS ESTÉTICAS: PARE DE SUFRIR

por Luis Daniel

La capacidad estética del ser es proporcional, e inversamente proporcional a su sufrimiento. Proporcional por ser transformadora, y proporcional en un sentido inverso, por la capacidad de análisis, cuando se sufre menos. En ambos casos, para originar arte debe desplazarse el origen del mismo, es decir, el sufrimiento.
Los hombres buenos siempre nacen en malos tiempos.

Mitigar el sufrimiento, pues dicho sentimiento, no constituye ninguna vía directa para el arte o conocimiento de la vida; tampoco permite, observar, ni analizar, ni apreciar la belleza de los sentimientos desfavorables que elevan el genero humano.

Para el espíritu, que puede comprender que la mentira interior es la verdad, es importante observar su propio sufrimiento. Para esto, el camino es crear un yo alterno, y depositar en él, no sólo la inteligencia, sino la cultura, es decir, la capacidad de comprender, para que esta nueva personalidad, dotada de todos los recursos originales de la razón y la comprensión, sea la encargada de sufrir. Importa de manera soberana, que la inteligencia, única en ambas personalidades, obre fatigando todas las formas de humor, ironías, sátiras, caricaturas y ridiculizaciones, al encarar los problemas que originan el sufrimiento. No se piense, erróneamente, que éste constructo alterno deba resolver o ejercer el análisis del sufrimiento, no, esta personalidad alterna será la encargada de amortiguar el sufrimiento a través de la ironía.

Seamos crueles en la profunda ironía hacia nosotros mismos.

De esta forma, la consciencia del individuo, por un desplazamiento intermitente de la atención, y por un ejercicio de ironía inteligente y lúcida, que lo orienta placenteramente, sublima la culpa, el dolor y el sufrimiento que azora toda sentimentalización. Es imperante que la manifestación ridícula de la personalidad alterna sea a través del dialogo, pues no existe otra forma, de índole directa, que haga mas vívida la existencia. El conocimiento irónico y ridículo es la razón de ser del antihéroe interior.

Mentirse de esta forma superior, no es mas que un ejercicio de observación que transforma la consciencia generando consciencia. El placer de obrar, en irrealidad, la tristeza del ser. Si el individuo, posee la capacidad expresiva y estética, puede y debe entregar este tesoro a la humanidad.